Alacero advierte: La industria del acero enfrenta una crisis porque compite "en una cancha dispareja”

Durante 2024 el precio del acero ha sufrido vaivenes que ha complicado a la industria del metal a nivel global, sin embargo, uno de los principales problemas que enfrenta el sector es la rápida expansión de las importaciones chinas de este material.

Ello ha llevado a la industria a atravesar “un momento de crisis”, según explicó en exclusiva para DFSUD, el director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), Ezequiel Tavernelli.

A su juicio, las empresas del sector, especialmente en la región, están “en condiciones de competencia desleal” cuando se trata de importaciones, porque los envíos desde el sudeste asiático se hacen “a precios totalmente irrisorios” pues gozan de subsidios.

“Eso está impactando negativamente nuestro negocio, la cadena de valor de los productos finales y nuestra industria”, indicó.

Una de las preocupaciones de Alacero es la pérdida de empleos, ya que el sector sostiene a más 1,4 millones de trabajadores e insistió que la industria necesita “que nos dejen competir en una cancha nivelada y justa”.

Consultado si para enfrentar el avance de las importaciones chinas se podría impulsar una regionalización de la industria, Tavernelli consideró que esa debería ser la tendencia. “Sin duda que Latinoamérica tiene un poder muy grande para poder regionalizarse y poder intercambiar con los mercados que son de largo plazo, como Norteamérica y Europa”, señaló.

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Impacto en Brasil y México

Los mercados de Brasil y México son los principales productores de acero de América Latina, por ende, son los que han sentido con mayor fuerza el impacto de la penetración de los productos chinos.

“En el caso de Brasil, a pesar de que el mercado aumenta, la producción no puede aumentar porque también aumentan las importaciones fuertemente”, explicó Tavernelli, enfatizando que son importaciones que vienen con “subsidios elevados” y “hay casos de dumping, de los cuales nosotros seguimos preocupados porque no hay una medida efectiva que los pueda contener”.

En ese sentido, enfatizó que “hay que defender nuestras cadenas de valor”. 

Respecto de la situación mexicana, el ejecutivo planteó que este mercado ha tomado una medida muy parecida a la de Estados Unidos, en bloque. “México se está defendiendo no solamente de China, sino del sudeste asiático, donde también están viniendo productos con precios irrisorios -a precios de dumping- y están claramente muy preocupados haciendo todo el esfuerzo posible para defenderse en cada uno de esos casos”.

Medidas llegan tarde

Para enfrentar esta situación, no solo Brasil y México están tomando medidas. Varios países de la región han impuesto aranceles, como es el caso de Colombia, que pasó de 5% a 35% en octubre pasado y Argentina que amplió el rango a 10,8%-14%.

Sin embargo, estas acciones no llegan en el momento que realmente la industria lo requiere, según acusó Tavernelli. 

“Las medidas habituales -dentro de la OMC- en los casos de dumping tan fuerte no llegan a tiempo. Tenemos que pensar en salvaguardas y aumentos de aranceles para toda una gama de productos, pero esto tiene que ser rápido porque hay que tratar de defender las cadenas de valor de cada uno de los países”. 

“Necesitamos coordinarnos mejor y como hay un desvío de comercio claro y latente, tenemos que coordinarnos en tiempo y forma”, dijo, y explicó que la idea es que se haga de forma coordinada para que ningún mercado se quede sin apoyo y sin capacidad de acción frente al acero barato.

“Pedimos medidas ejecutivas razonables como se están implementando otros países y otras regiones”, agregó.

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Fenómeno Trump

Uno de los temas que está moviendo a los mercados es la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero próximo. 

Consultado Tavernelli sobre la postura del mandatario frente a China y cómo ese enfrentamiento decantará en la región, especialmente en México, el ejecutivo señaló que, aunque “es algo muy particular” de la nación del norte.

Reconoció que podría desencadenarse una nueva guerra comercial, pero dijo que eso aún es incierto. “Creo que nadie busca eso”, dijo.

“Lo que sí buscamos es defender la industria local, defender nuestros productos y competir en una mesa nivelada porque del otro lado se desniveló fuertemente”, reafirmó.

Y dijo confiar en el potencial de América Latina, “una región que es world class, que tenemos productos de la mejor calidad, tenemos el talento, los recursos naturales, tenemos todo para ser exitosos”. 

Impulsores de la industria

La industria del acero depende de otras industrias como la construcción e infraestructura, que en algunos de los países latinoamericanos han estado paralizadas. Sin embargo, Tavernelli explicó que la construcción, para cuyos productos significa más del 50% de la demanda- está más lenta que en periodos anteriores, por ende, “va a ser un punto” del cual preocuparse.

Sin embargo, ve una oportunidad en infraestructura porque la región debería estar consumiendo más de 200 kilos del metal, pero supera levemente los 100. “Esa es la oportunidad de construir puentes, rutas, puertos. Latinoamérica tiene que salir por ahí. Así que estamos esperanzados en que eso sea el driver que nos permita a todos mejorar”.

Al mismo tiempo, apuntó que en toda la región hay una oportunidad en energía. “La construcción es un sector que tiene que dinamizarse porque es el 55-50% -dependiendo del país- y después el sector automotriz”, señaló como eventuales catalizadores.

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Proyecciones y desafíos

Este escenario, según el ejecutivo, continuará en 2025, ya que la demanda rondará los 75 millones de toneladas. “No va a haber un cambio muy grande respecto de 2024, a lo sumo puede haber un incremento del 1% en ese número”.

Sin embargo, “lo que más nos preocupa es cuánto de esa cantidad va a ser producción local y ahí lo que estamos trabajando con los gobiernos es tratar de contener la invasión de importaciones chinas, particularmente para tratar de mantener la producción local, de aproximadamente de más de 50 millones de toneladas”. 

Así, comentó que el desafío más grande de la industria del acero es “poder mantener de forma sustentable los 1,4 millones de puestos de trabajo. Para hacer eso tenemos que tener políticas industriales en todos nuestros países”.